REFLEXIONES DE UN ENTRENADOR

REFLEXIONES DE UN ENTRENADOR

“Lección de vida de un puñado de manos reciprocas…”

La adversidad ha hecho nacer a menudo bellas historias humanas. En este pequeño mundo del Baloncesto, algunos hechos de vida habían convertidos en huérfanos momentáneamente debido a diversos obstáculos, de sus esencias de vida, y los otros en una crisis de adolescencia estructural, y debido a su juventud el Proyecto, podía ir a la deriva…

La distancia, la cultura, las diferencias simplemente, eran circunstancias suficientes, para tener razón en las buenas intenciones; la pasión, la voluntad de existir, de consumar, eran más fuertes. La Prometedora unión, reuniendo conocimiento, experiencia y capacidad para asumir los sacrificios de una vida juntos, darán a luz un Proyecto ambicioso.

El tiempo era pues nuestro peor enemigo, sin ganas, sin más palabrería, entre personas responsables. Ya el barco que provenía del Campo de Gibraltar estaba aquí, con su determinada armada a bordo, alrededor de su experimentado comandante, tan solo seis días antes de la primera batalla…

Cuatro días de instrucción, y de ensamblaje alrededor de los rescatados del valiente equipo de los “Spartans” de Benahavís, y ya las buenas intenciones del grupo transpiraban. En filas juntas, estos valerosos combatientes ponían a tierra sus anfitriones, el batallón avanzaba fuerte…

Los imponderables, el destino implacable, los dioses del estadio bajaban de la embarcación, cierta confusión se instalaba, la duda era perceptible, y demasiadas batallas perdidas…

En armonía,  algunas entradas y salidas restablecían el equilibrio, la providencia nos enviaba dos “gentlemans” malagueños, con un “si” bien asegurado por el Baloncesto, las manos se juntaban de nuevo, la ronda estaba cerrada.

En una extraordinaria y generosa escena/rush final, todo en actitud, la preciosa medalla alrededor del cuello, el objetivo de ascenso se había conseguido, la E.B.A.

Apuesta conseguida, la fiesta termina; ya los batallones se separan, la embarcación del Campo de Gibraltar regresa a su puerto de atraque, con estos valientes guerreros, allí a donde su comandante les espera, para nuevas y prometedoras aventuras.

Desde nuestra bella montaña de Benahavís, los ojos un poco humedecidos, saludamos a lo lejos la embarcación…

De nuevo solos, con nuestras dudas y nuestras certezas, nos quedamos aquí, donde queremos estar, bien rodeados, y con confianza para nuestro futuro.

Este digno puñado de manos, nos ha recíprocamente dado de nuevo confianza, y muchas esperanzas. El destino geográfico hará cruzar otra vez nuestras trayectorias. Tendremos pues de nuevo que compartir este balón loco, pero cada uno con su uniforme…

Respeto a todos, este equipo plural, único, ha escrito una de las más bellas páginas de nuestro Club Baloncesto Benahavís.

Estos hombres quedaran siempre en nuestras memorias colectivas y conservaran un gran lugar en nuestros corazones.

“Good bye”, y buena ruta al mentor y maestro Javier, y a su glorioso batallón: Alvaro, Fariza, Tony, Javi, Borja, Angel, Sergio, Pau y José.


Referencias de Memoria
Coach Gilles

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