Rai López: “No es como jugar, pero se disfruta mucho entrenando”

Las lesiones le retiraron del baloncesto con 25 años. Con 28 dirige un equipo de Liga EBA.

Lograste medallas en categorías inferiores con España, jugaste en ACB, debutaste en Euroliga… y con solo 25 años tuviste que dejar el baloncesto por culpa de las lesiones. No debió ser fácil cortar tu sueño tan joven, ¿no? ¿Por qué decidiste no darte una última oportunidad?

Tuve la suerte de dedicarme al baloncesto desde pequeñito, vivir grandes experiencias en torneos y selecciones a lo largo de mi etapa como jugador, conocer a grandes personas… por lo que ahora es fácil seguir vinculado a mi pasión, desde otro punto de vista.

No fue fácil dejar de jugar, ni fue decisión mía, la vida es así. Así que me puse las pilas y a día de hoy, he terminado INEF en Granada con la especialidad de Baloncesto, estudio el Máster de profesorado y por las tardes, trato de inculcar mis valores y mi forma de ver el baloncesto a mi EQUIPO. Está claro que no es como jugar, pero se disfruta mucho. La mayoría son chicos jóvenes que vienen a trabajar como animales, eso ayuda.

¿Cómo te planteaste el futuro fuera de las pistas? ¿Entrenar estaba en tus planes?

Sinceramente cuando jugaba, nunca me vi como entrenador, quizás por alguna mala experiencia. Pero luego me di cuenta, de que gracias a eso, puedo entender que siente el jugador y trato de ayudarle siempre. Esa es mi prioridad diaria, que todos entiendan sus virtudes para ponerlas al servicio del equipo y sus defectos para corregirlos o esconderlos lo mejor posible. Es una tarea muy entretenida.

En un futuro, espero sacarme las oposiciones de profesor de Educación Física y ejercer. Siempre con la puerta abierta al baloncesto, por supuesto.

Sin haber cumplido los 27 te vas a Venezuela para ser ayudante de Curro Segura en los Gigantes de Guyana. ¿Cómo surgió esta opción?

Fui jugador de Curro en el CB Granada, el año de su debacle. Como jugador lo di todo por él, por lo que ante su inesperada llamada, dije que me iba donde quisiera. Entonces me encontraba en Granada entrenando un cadete, mi primer equipo, con niños fantásticos y estudiando. Es un grandísimo entrenador y un gestor de grupo excelente, espero que vuelva pronto a un banquillo español. Se lo merece por trabajo y por persona.

¿Tuviste claro que “cruzar el charco” para empezar una nueva carrera como entrenador era la mejor opción para ti?

Mi intención es seguir disfrutando del baloncesto todo lo que pueda. El cambiar de continente o no, es simplemente una oportunidad y fue una grandísima experiencia. Para dedicarse a esto hay que dar pasos valientes, hay miles de buenos entrenadores y no es fácil tener una oportunidad.

Tu siguiente banquillo no podía ser más diferente. CB Armilla de 1ª Nacional como primer entrenador. ¿Qué tal la experiencia?

Una experiencia fabulosa, el CBA es una familia, por lo que no tardé mucho en ser parte de ella. Está claro que la liga no es profesional. Pero Pablo López y yo le dimos al equipo todas las herramientas profesionales que estaban en nuestras manos, haciendo scouting, videos post partido, entrenamientos personales… A todo eso le sumamos la ayuda de los hermanos Fernández Hengge con pasado profesional, me facilitó el trabajo. El equipo se metió en el papel y pudimos hacer una gran temporada. La directiva también ayudo mucho, siempre comprometidos y dispuestos a ayudar. Es muy importante.

Siguiendo tu meteórica trayectoria esta temporada debutarás en EBA al frente del CB Benahavis Costa del Sol. ¿Qué nos puedes contar de tu equipo? ¿Qué objetivos os marcáis?

Es cierto que en apenas 3 años me dispongo a dirigir un equipo EBA y a veces me cuestiono si estoy preparado o no. Entonces enciendo el PC y sigo trabajando, o llamo a algún compañero y le pido consejo. Es de la única forma que de solucionar los problemas, echándole horas.

El equipo es nuevo en la categoría, es joven y con poca experiencia. Pero tiene alma y vienen cada día a entrenar con mucha ilusión, hay talento y físico. Y lo más importante, tienen los oídos abiertos al cuerpo técnico.

Mi objetivo es pelear cada día junto a ellos, para que en poco tiempo seamos un EQUIPO. Ser mejor entrenador cada día y hacer que los jugadores se sientan bien, es difícil, pero ese es mi objetivo. Si consigo eso, seguro que competiremos y ganaremos partidos.

En tu opinión, ¿cuáles son las cualidades que más valora un jugador en un entrenador?

La capacidad de escuchar y dar respuestas que solucionen sus inquietudes.

¿Quiénes son tus entrenadores de referencia? ¿En quienes te fijas para mejorar?

He tenido la suerte de tener muy buenos entrenadores en mi carrera como jugador, por lo que creo que tengo influencias de todos, tanto de cosas buenas como malas a evitar.

Paco Aurioles, Pablo Laso, Sergio Scariolo, Paco Alonso, Curro Segura, Andreu Casadevall, Aito… Es difícil elegir.

Intento seguir a Laso por su estilo de juego y a Obradovic, por su carácter y transparencia.

Te hemos leído recientemente en Twitter que “El sistema estadístico actual es obsoleto, e incluso daña al EQUIPO”. ¿Nos puedes explicar el por qué? ¿Trabajas con estadísticas avanzadas?

Creo que las estadísticas son dañinas, siempre lo he pensado. El jugador termina el partido y es lo primero que mira, algo estamos haciendo mal. El baloncesto es mucho más que eso.

Hay muchas acciones y situaciones importantes que no forman parte de ese papel, y el jugador no se da cuenta. Luego a la hora de renovar o fichar el año siguiente se valora más que esos “números”, es algo que no te explican, entonces puedes tener problemas con los egos.

Trabajo con la experiencia como jugador, y valoro en mis jugadores los intangibles, el esfuerzo y la humildad.

Espero tener más tiempo en breve y poder demostrar con evidencias, ciertos valores para mi importantes, que ayudan al equipo y que no vienen en las estadísticas.